Cada vez se oye más sobre ella, tanto en las cocinas como en forma de suplementación, pero quieres conocerla mejor? Aquí te contamos todo sobre ella.

¿Qué es la cúrcuma?

 
Es una raíz (cúrcuma longa) de color anaranjado e intensa fragancia, pero cuando se seca y pulveriza adquiere un intenso color amarillo y se potencian sus aromas.
La planta necesita altas temperaturas y mucha lluvia para crecer por lo que ha encontrado en las ricas y húmedas tierras de India y del sur de Asia el sitio ideal para crecer y desarrollarse. Sin embargo, actualmente se cultiva en diversas partes del planeta y se recolecta principalmente en los meses de invierno.
 

De oriente a occidente: un poco de historia de la cúrcuma

A pesar de que parece ser el último descubrimiento de moda, el uso de la cúrcuma es antiquísimo. Ya se menciona en el Atharvaveda (texto sagrado del hinduismo) hacia el 6000aC en el cual se lo prescribía para tratar la ictericia y la lepra.
En sí, la Medicina Ayurveda, le daba un tratamiento de “todo terreno” a esta especia ya que era aconsejada tanto en cuidados de belleza, como en cocina y en terapéutica. China también la incorporó en su Medicina y hasta los monjes budistas la utilizaron como tinte para colorear sus tradicionales túnicas.
Sobre su calidad de tintar, la civilización asiria -2600 aC- ya aprovechó sus virtudes. Impulsora de un gran movimiento artístico que incluía escultura, pintura, cerámica y arquitectura, la utilizaba como pigmento y la tenían en su carta de colores.
Esta cualidad que le dan sus pigmentos también se utilizó en alimentación, por ejemplo para teñir queso y yogures. En otros casos, se añadía a algunos alimentos para que actúe como preservativo.
A pesar de su estelar carrera en oriente, la cúrcuma no ha sido parte del mundo occidental hasta hace relativamente poco tiempo. Hay unas pocas evidencias que indican su uso e importancia en Europa. Por ejemplo  Marco Polo (1280)  decía haber encontrado una planta que tenía “todas las cualidades del azafrán, pero en una raíz.”
Recién a mediados del siglo XX, la cúrcuma comienza a ganar popularidad en el mundo occidental también. Hoy en día, hay numerosos estudios de investigación y experimentación en curso para comprobar sus beneficios.
Al igual que la Medicina Ayurveda ya la utilizaba hace milenios, hoy es la industria occidental que la estudia y la emplea en productos de belleza, medicamentos, artes plásticas y alimentación.
Su propiedad de especia “digestiva” es muy conocida; mejora la digestión en casos de dispepsia, gases, “barriga hinchada”, ardor de estómago….Incluso mejora su función combinándola con otras especias digestivas como el anís, la canela, el jengibre o el comino.
 

Cómo utilizar la cúrcuma en la cocin

Como no podría ser de otra manera, la cúrcuma se da a conocer en nuestras cocinas a través de platos populares de la cocina asiática- sobretodo india- como los currys (uno de los principales ingredientes) y los dhal (guisado de lentejas).
Pero también con el impacto de los “superalimentos” la cúrcuma ha pasado a ser un interesante ingrediente en zumos y batidos, y también en infusiones. Tal es el caso de la popular “leche dorada” o “cúrcuma latte” en el cual se combina cúrcuma en polvo con aceite de coco y leche (de vaca o vegetal), y opcionalmente otros como canela, jengibre, piel de limón…
En cocina puede utilizarse tanto la raíz fresca –muy aromática pero suave-, como el polvo -muy intenso en color y en sabor-.

  • Zumos y batidos: en zumo mejor un trocito de raíz fresca, y marida muy bien con zanahorias y naranjas; o con manzana, limón e hinojo. En batidos podemos utilizar tanto la raíz como el polvo pero midiendo mucho las cantidades ya que el polvo es muy potente.
  • En salsas: podemos utilizar un poquito de cúrcuma en polvo para colorear una mayonesa, un alioli, o una vinagreta.
  • En guisados y sopas: primero rehogando cebolla y ajo picados al que luego añadiremos la cúrcuma. Luego añadiremos verduras o pescado, y seguidamente verteremos caldo o leche de coco (en caso de un curry clásico)
  • En “untables”: como quesos (sean lácteos o de frutos secos) y mantequillas. Bastará con mezclar la pasta “madre” con un poco de cúrcuma en polvo.
  • Para condimentar frutos secos, palomitas…: se trata de mezclarlos en un bol con un poco de mantequilla o aceite de oliva con una pizca de sal, pimienta y un poco de cúrcuma. Luego se hornean hasta que tengan un bonito color dorado, se retiran y se dejan enfriar.
  • Para colorear masas: panes, galletas, quiches, pasta…: basta con añadir un poquito de cúrcuma en polvo a la masa y mezclarla bien.

 

Propiedades que se le atribuyen a la cúrcuma

Los principios activos de la cúrcuma son unas sustancias llamadas curcuminoides, responsables de su potente actividad antiinflamatoria. Estos son como “fracciones” de la curcumina: curcumina II, curcumina III y cyclocurcumin. Representan entre un 3 y un 5% de la cúrcuma, aunque dependiendo del origen de ésta puede llegar a alcanzar niveles más altos; influyen las condiciones de crecimiento y las prácticas agrícolas. Cuando compras cúrcuma en polvo tienes un producto con mezcla de curcuminoides que puede variar de acuerdo a su procesamiento.
El interés sobre los curcuminoides radica en que son sustancias que inhiben la síntesis de prostaglandinas inflamatorias, de hecho se comparan con los corticoesteroides presentando la misma capacidad antiinflamatoria en casos agudos sólo que sin los efectos secundarios de toxicidad de aquellos fármacos.
También han demostrado tener potencial terapéutico en enfermedades oxidativas e inflamatorias crónicas (1), como síndrome metabólico, artritis, ansiedad e hiperlipidemia.
Ahora bien, el consumo de curcumina por sí sola no produce estos beneficios ya que tiene poca biodisponibilidad, atribuida a la mala absorción, metabolismo rápido y eliminación rápida pero si se combina con otras sustancias la situación cambia. Por ejemplo la piperina, el principal componente activo de la pimienta negra hace que la biodisponibilidad de la curcumina aumente un 2000% (2). Así es que se prescribe para cuando hay inflamación y dolor.
En el terreno de lo deportivo también puede ayudar cuando hay inflamación inducida por el ejercicio y dolor muscular, mejorando la recuperación y el rendimiento (2)
Las últimas investigaciones también señalan otra sinergia: la curcumina combinada con otros polifenoles: resveratrol (de uvas rojas) y epicatequina galata (del té verde) formando un compuesto llamado Tri Curin con una potencia superior, para tratar HPV (virus del papiloma humano) y tumores (3). Inclusive se da por exitoso en el tratamiento de glioblastoma, un tumor cerebral mortal con una supervivencia media actual de 12 – 15 meses (3) (4)
En estudio también está la combinación de cúrcuma con azafrán y vitamina E para el tratamiento del Alzheimer por su capacidad sinérgica de potentes agentes antioxidantes sobre la neurodegeneración (5)
Como sea, el camino ascendente de la cúrcuma es imparable, sea en el ámbito de lo culinario sea en el terreno de la medicina. Sin duda la Naturaleza nos provee de sus mejores productos para que saquemos provecho de ellos y encontremos el equilibrio y el bienestar.