Este planeta no es infinito, el mundo en el que vivimos no es para siempre.
Conseguir que la sociedad tome consciencia de ello es prioritario. Promover el cambio empieza contigo, conmigo y con todos nosotros.
En este sentido el movimiento Zero Waste juega un papel muy importante. ¿Y en qué consiste? En generar el mínimo de residuos posibles derivados de nuestras acciones cotidianas en el día a día, poniendo especial foco en los plásticos.
Bea Johnson fue la precursora de este estilo de vida, hace más de diez años que decidió hacer cambios en su hogar y compartir su experiencia para animar a muchas más personas a dar este paso. Hoy cuenta con miles de seguidores y su libro Residuo Cero en casa (Pol·len Edicions) se ha convertido en un Best Seller.
Ejemplos muy sencillos son pequeños gestos como hacer la compra con bolsas de tela, lavables y reutilizables. Emplear también bolsas de tela para almacenar frutas y verduras en el frigorífico y recipientes de vidrio para otros alimentos. Cambiar las botellas de plástico por botellas de vidrio o de acero inoxidable. Utilizar un cepillo de dientes de bambú o cambiar el papel de aluminio para envolver bocadillos y snacks por una funda de tela reutilizable.
Hay tantísimas opciones para empezar a cambiar nuestras vidas que la lista de enumeraciones sería interminable. En las últimas décadas el plástico y los ítems de usar y tirar que se encuentran en más abundancia en nuestras casas, en nuestras cocinas y entre nuestros objetos de higiene personal; se han convertido en algo imprescindible, cómodo y práctico.
El cambio en nuestra vida hacia el movimiento Zero Waste nos puede parecer laborioso, sobre todo por el esfuerzo y la consciencia que debemos aplicar.
CONSEJOS PARA INICIAR TU CAMBIO.
Aunque hay humanos en este mundo que son súper héroes del Zero Waste, grandes defensores del planeta, de nuestra naturaleza, de nuestros mares, y son todo un ejemplo a seguir; te recomendamos que empieces poco a poco.
Si todos comenzamos a cambiar pequeñas cosas de nuestro entorno doméstico, conseguiremos un gran beneficio para nuestro mundo en términos globales.
- Reduce: mira a tu alrededor, reflexiona por dónde puedes empezar y enseguida detectarás dónde puedes REDUCIR la cantidad de plástico innecesario que te rodea. Cuando hagas la compra opta por llevar tus bolsas de tela de casa, tanto bolsas grandes como otras más pequeñas que te servirán para la fruta y las verduras. Lo ideal es comprar en mercados los productos frescos, y buscar una tienda dónde comprar a granel los productos secos (legumbres, cereales, harinas…). Pero si haces la compra en una gran superficie, no te preocupes, cada vez hay más opciones de comprar los alimentos a peso en lugar de comprarlos en bandejas plastificadas, así que puedes llevar bolsas de tela igualmente para hacer tu compra más sostenible.
- Recicla: eliminar al 100% todos los envases de alimentación e higiene, es muy complicado. Sí puedes intentar reducirlos, tal como señalamos en el punto anterior, y además puedes RECICLAR aquellos envases de un solo uso hayas comprado o utilizado.
- Zonas: el mayor volumen de plásticos y las zonas del hogar donde en seguida puedes empezar a cambiar pequeñas cosas que merecen la pena eliminar, sin que suponga un gran trabajo, son la COCINA y el BAÑO.
- No te agobies: sobretodo sé flexible contigo mismo/a. Por ejemplo, si un día tu bolsa reutilizable está sucia y debes utilizar una bolsa de plástico, no te mortifiques, sabes que son casos puntuales y que en la mayoría de ocasiones estás cuidando del planeta. Si te lo planteas de forma estricta, te puede parecer una tarea de titanes y abandonaras antes; si vas cambiando de hábitos poco a poco en unos meses verás que has avanzado y has incorporado a tu rutina aquellas cosas que al principio te planteabas entre tus objetivos o, al contrario, cosas que ni te imaginabas.
- Educar y Contagiar: generalmente son los padres los que educan a sus hijos, pero también hay hijos que pueden enseñar cosas nuevas a sus padres. En cualquier caso, no se trata de obligar a nadie a cambiar su vida, pero sí de explicar, educar e intentar “contagiar” con buenas ideas a nuestros familiares y amigos: si les muestras cómo lo haces tú, porqué lo haces y que es bien fácil.
BUENO PARA TU SALUD.
La reducción del plástico en nuestra vida cotidiana, además de ser bueno para el planeta, tiene otra razón de ser: cuidar tu salud.
En los últimos años debes haber escuchado la gran polémica que gira en torno al Bisfenol-A, también conocido como BPA. ¿Qué es? Se trata de un compuesto presente en los materiales plásticos que tiene la capacidad de alterar el sistema endocrino. El BPA constituye, por tanto, lo que se denomina un disruptor hormonal o endocrino (1).
Entre los efectos adversos cabe destacar:
- Diabetes y obesidad.
- Pubertad temprana.
- Reducción de la cantidad de esperma.
- Cáncer de próstata.
- Cáncer de mama.
- Alteraciones cromosómicas.
- Daño cerebral.
- Deterioro de la función inmune.
- Disminución de los niveles de antioxidantes enzimáticos.
- Cambios en el comportamiento. Hiperactividad, agresividad. (2)
Científicamente, está demostrado que el BPA tiene la capacidad de migración hacia los alimentos con los que está en contacto. Por lo tanto, el Bisfenol-A de las botellas de plástico, las bolsas y demás envases, está presente en el agua que bebemos y en la comida que comemos. (3)
Y por ello, cambiar en casa algunos hábitos e incorporar “nuevos sistemas” de compra y almacenaje será positivo para cuidar de nuestro organismo. ¿Por qué escribimos “nuevos sistemas” entre comillas? Porque no se trata de nada nuevo, se trata de volver la vista atrás y “rescatar” aquellas cosas que nuestros abuelos hacían en casa; las servilletas de tela, la fiambrera de acero o de cristal, la bolsa del pan de toda la vida… no es nada nuevo.
WEBS Y BLOGS DE REFERENCIA
Que nos inspiran y te pueden inspirar a ti también.
https://laecocosmopolita.com/
http://www.wearitslow.com/
https://ecoblognonoa.com/
https://zerowastehome.com/
https://www.goingzerowaste.com/
UN TOQUE ORIGINAL
Todos los envases de nuestros productos son reciclables, pero si además les quieres dar otra vida con un toque original, puedes hacer prácticas cajitas o fiambreras para transportar tus snacks, el desayuno para el colegio de los niños, y para conservar alimentos en casa. Si los forras con alguna pieza de textil que también ibas a tirar te quedarán genial:
Fuente de información en las citas (1), (2) y (3): CONASI, Blog de Cocina y Hogar Saludable.
Artículo de referencia en el enlace https://www.conasi.eu/blog/consejos-de-salud/bisfenol-a-bpa/