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¿Son las grasas nuestro eterno enemigo?

Desde hace unos años, y cada vez con más frecuencia, somos más sensibles a los efectos que los alimentos tienen en nuestro organismo. Nos importa lo que comemos, y prestamos mucha atención a los productos que vamos a comprar, sobre todo en lo que se refiere a su información nutricional.
 
Si queremos seguir una alimentación sana y equilibrada, podemos empezar por prestar especial atención al etiquetado de los productos que consumimos. De dicho etiquetado podemos obtener toda la información que necesitamos sobre un producto. Aunque toda la información es importante, queremos destacar ingredientes como las grasas y los azúcares añadidos. Sus características tienes una gran influencia en nuestra dieta, y conocerlos mejor nos ayudará, a su vez, a mejorar nuestra dieta. Ya hemos hablado antes de qué son las grasas y de qué tipo de grasas existen ¡pincha aquí!
Hay algunos alimentos que tienen un contenido de grasa naturalmente presente, como la carne grasa, el aceite de coco, los frutos secos, etc. Pero hay otros productos (embutidos, nata, bollería industrial, mantequilla, paté, etc.) con un contenido elevado de grasa añadida. Son precisamente éste tipo de alimentos los que debemos moderar o consumir de forma ocasional. Lo mismo ocurre con el azúcar. Encontramos alimentos con un contenido de azúcar naturalmente presente, como es el caso de las frutas, y otros alimentos a los que se les añade una cantidad adicional de ésta sustancia.
Por costumbre, tendemos a pensar que la grasa engorda y que hay que limitar su consumo. Sin embargo, ésta afirmación es cierta sólo en parte, ya que de algunas grasas podemos obtener también un beneficio para nuestro organismo.
Para discernir mejor qué tipo de grasas son beneficiosas para nuestro organismo y cuáles no lo son, vamos a analizarlas detalladamente.
 

Tipos de grasas

No todas las grasas son iguales ni deben tener la misma presencia en nuestra dieta. Se recomienda que la ingesta diaria de grasas totales esté entre el 20-35% de las calorías totales de nuestra dieta. Por ejemplo, en una dieta de 2000kcal/día podríamos consumir entre 40 y 80g de grasa al día, teniendo en cuenta el contenido de grasa de todos los alimentos que ingerimos, no sólo el de aceite de oliva.
Las grasas se dividen en ácidos grasos saturados y ácidos grasos insaturados, que a su vez se dividen en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados. ¿Qué diferencia hay entre ellos?
 

Ácidos grasos insaturados

 

  • Ácidos grasos monoinsaturados: Su principal función es proteger nuestro sistema cardiovascular, ya que reduce los niveles de colesterol total en sangre a expensas del llamado colesterol malo (LDL-c) y aumenta el colesterol bueno (HDL-c). Existe evidencia convincente de que sustituir los ácidos grasos saturados por ácidos grasos moninsaturados reduce el nivel de colesterol LDL y la proporción de colesterol total/HDL-c. Por este motivo se aconseja consumir grasa monoinsaturada como principal fuente de grasa de la dieta. Su consumo recomendado está entre el 15-20% de las calorías totales de la dieta. Podemos encontrar este tipo de grasas en el aceite de oliva, las aceitunas y el aguacate

 

  • Ácidos grasos poliinsaturados: Rebajan el colesterol total y los niveles de triglicéridos en sangre y reducen el riesgo de formación de trombos o coágulos. En este grupo se encuentran el ácido graso omega-6 (linoleico) y los omega-3, abundantes en la grasa del pescado azul. En los omega-3 también se incluye el ácido graso linolénico, ya que a partir de él nuestro organismo produce ácidos grasos EPA y DHA. El linoleico (omega-6) y el linolénico (omega-3) son ácidos grasos esenciales. Esto significa que nuestro organismo no los puede producir por sí sólo y que deben ser ingeridos mediante los alimentos que consumimos en nuestra dieta. Los aceites de semillas, los frutos secos o las margarinas vegetales son alimentos ricos en ácidos grasos poliinsaturados. La FAO recomienda un consumo de menos del 7% de las calorías de la dieta.

 

Ácidos grasos saturados

En general, se asocia la ingesta de ácidos grasos saturados con un peor perfil lipídico (colesterol total y colesterol LDL) y, por tanto, a mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Así pues, los expertos recomiendan moderar el consumo de grasa saturada a un máximo del 10% del aporte calórico total, evitando los alimentos que son fuente de este tipo de grasas, como las carnes grasas, vísceras y derivados (embutidos, patés, manteca, tocino, etc.), lácteos enteros y grasas lácteas (nata y mantequilla), huevos y los productos que contengan los alimentos anteriormente mencionados. También están presentes en el aceite de coco y de palma, y en los productos con grasas hidrogenadas como margarinas, productos de repostería industrial, bollería, snacks,
Aunque hay que diferenciar las grasas saturadas que se encuentran naturalmente presentes en alimentos como los lácteos, el huevo o el aceite de coco, de las grasas saturadas procedentes de repostería industrial, snacks o embutidos que han sufrido procesos industriales de hidrogenación y procesos térmicos. Los primeros no influirán tan negativamente en nuestro perfil lipídico como los alimentos o productos más elaborados industrialmente.
 

Colesterol

En cuanto al colesterol hay que limitar su ingesta a menos de 300 miligramos al día. Existe un colesterol que produce nuestro organismo de forma natural y otro que obtenemos a través de los alimentos, principalmente en alimentos de origen animal (vísceras, embutidos, nata y mantequilla, bollería y pastelería fabricada con grasas animales, etc.). Se aconseja un consumo moderado y ocasional de alimentos con un alto contenido en colesterol ya que pueden repercutir negativamente a nuestro perfil lipídico y ocasionar en un futuro enfermedades cardiovasculares si su consumo es elevado.
 
En función de la cantidad de grasa que lleve el producto nos podremos encontrar las siguientes alegaciones de salud en el etiquetado:

  • Sin grasa. Puede declararse que un alimento no contiene grasa si el producto no contiene más de 0,5 g de grasa por 100 ml de producto.
  • Bajo contenido de grasa. Puede declararse si el producto tiene menos de 1,5 g de grasa por 100 ml de producto.
  • Bajo contenido de grasas saturadas. Declaración permitida cuando la suma de ácidos grasos saturados y de ácidos trans en el producto no es superior  a 0,75 g de grasa por 100 ml de producto.

Cualquier producto o alimento que contenga las anteriores alegaciones de salud es apto si queremos seguir una alimentación baja en grasas. Aunque si nuestra ingesta de grasas totales se encuentra entre el 20-35% de las calorías totales de la dieta y la ingesta de ácidos grasos saturados menor del 10%, tal y como recomiendan organizaciones como la FAO, estaremos siguiendo los patrones de una dieta saludable y equilibrada.
 

¿Qué alimentos son ricos en grasas saludables?

  • Aceite de oliva: 3-4 cucharadas al día
  • Aceite de coco
  • Frutos secos: se recomienda una ingesta de 20-30g/dia
  • Semillas
  • Aguacate
  • Carnes magras/blancas: pollo, conejo y pavo. Se recomienda un consumo de 2-3 veces a la semana.
  • Pescado azul: se recomienda un consumo de 2-3 veces a la semana

¿Qué alimentos debemos consumir moderada y ocasionalmente?

  • Carnes grasas y embutidos
  • Mantequilla y margarinas
  • Salsas de bote envasadas
  • Bollería y repostería industrial
  • Galletas
  • Aceite de palma y manteca de cacao

 
Fuentes:

  • Reglamento (CE) Nº 1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo de 20 de diciembre de 2006 relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en alimentos.

Despedimos 2016, Año Internacional de las Legumbres

¡Adiós 2016!

Este año que ya llega a su fin, ha sido declarado por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) como Año Internacional de las Legumbres. El objetivo de la campaña ha sido el de concienciar a la población sobre los beneficios nutricionales de estas semillas como parte de una dieta nutritiva, saludable y sostenible, promocionando su cultivo y su consumo.
En España, hasta la década de 1960, la legumbres eran un recurso muy habitual en los menús diarios de la población. Actualmente, sin embargo, su consumo entre los españoles se ha reducido considerablemente ¡sólo se toman legumbres una vez por semana! A pesar de todo, se estima que un 5% de la población no come nunca legumbres.

¿Qué son las legumbres?

Las legumbres son una especie vegetal de la familia leguminosae. La FAO considera legumbres a los cultivos leguminosos con semillas comestibles secas y con bajo contenido en grasa. Las legumbres más conocidas a nivel mundial son las alubias  blancas o pintas (también las más abundantes y diversas en nuestra geografía), los garbanzos, las lentejas, los guisantes, las habas secas  o el cacahuete. La soja y el cacahuete, se diferencian del resto porque tienen una mayor cantidad de grasa, 19 y 49% respectivamente. Dentro de las legumbres no se incluyen las que se cosechan y consumen verdes (por ejemplo, guisantes, habas, judías verdes…), que se clasifican como hortalizas.

Descubre la versatilidad de las legumbres

En Amandín nos encanta intentar ayudaros a mejorar vuestro hábitos de vida, hacerlos más saludables y beneficiosos para la salud. Es por eso que hemos empleado todos nuestros esfuerzos en elaborar un monográfico con motivo del Año Internacional de las Legumbres.
Este documento está exclusivamente dedicado a cumplir con un objetivo: aumentar el consumo beneficioso de legumbres para mejorar nuestra dieta. En “Descubre la versatilidad de las legumbres” encontrarás todo tipo de información útil: beneficios de las legumbres, recetas, consejos, infografías… ¡Y todo a tu disposición!

Bibliografía:
  1. FAO 
  2. Año Internacional de las Legumbres 2016.
  3. Grupo Innovadieta

El mundo del dátil: conoce todas sus variedades

¿Sabías que…

… no sólo existe una variedad de dátil? Aunque a veces nos pase desapercibido, este fruto se nos presenta en distintas formas, cada una de ellas con sus propias características. El dátil es el fruto de la palmera datilera, también conocida como Phoenix dactylifera. Esta planta se cultiva en zonas subtropicales, con climas secos y cálidos que favorecen su crecimiento. Es muy conocido por ser un endulzante natural.
Podemos clasificar los dátiles no sólo por la variedad, sino también según completen o no su maduración en la palmera. En primer lugar, hablamos de los dátiles blandos o frescos que, tras un período corto de maduración, son recolectados. Deben guardarse en el frigorífico y acostumbran a ser más carnosos y dulces.
En segundo lugar, tenemos los dátiles semisecos, que representan la gran mayoría de los dátiles que consumimos (Deglet Nour, Medjoul, Zahidi…)
Por último, hablamos de los dátiles secos. Son recolectados tras un largo período de maduración, cuando el sol ya los ha secado en el mismo árbol. Como vemos, al contrario que otros frutos secos, los dátiles se secan directamente en el árbol, y no en un proceso posterior.
 

Variedades ¿cuál es la diferencia?

Medjoul

El dátil Medjoul es muy conocido por su textura dulce, jugosa y carnosa. Puede alcanzar los 5 centímetros de longitud y el color de su piel es marrón oscuro, en el punto óptimo de maduración. Tiene la piel brillante y arrugada, que se desprende con facilidad a la hora de consumirlo.
Es ideal para repostería, y gracias a su carne tierna, nos permite elaborar, por ejemplo, miel o jarabe de dátil. Es una de las principales variedades cultivadas en Israel.

Deglet Nour

También conocido como Dátil Moscatel o dátil de la luz, esta variedad se caracteriza por ser una de las más comercializadas en todo el mundo. Se le ha llamado también “Reina de los dátiles” y tiene un color translúcido y un sabor suave a miel.
Es tierno, pero con una carne más firme y con una dulzura no tan acentuada. Esto permite que sea muy versátil: se puede emplear no sólo en recetas dulces, sino que funciona muy bien con elementos salados. A diferencia del Medjoul, el Deglet Nour se conserva mucho mejor durante más tiempo, pues no es tan húmedo. El Deglet Nour es también protagonista de nuestra novedad, la Crema de Dátiles con Almendras ¡Descúbrela!

Zahidi

Hablamos de una variedad de dátil relativamente más seca. Su forma es redonda, y el color de su piel varía entre el marrón claro y el dorado. De nuevo, su carne es más firme que la de los dátiles más hidratados, lo que lo convierte en la opción ideal para trocear y cortar.
No es tan dulce como otras variedades de dátiles, por eso combina muy bien con platos salados: con él podemos preparar ensaladas, acompañamientos de carnes o panadería, por ejemplo.

Halawi

Originaria de Egipto, esta variedad de dátil es rica en fibra, más seca que el resto. Se utiliza comúnmente para repostería, como relleno de mazapán o como entrante. Gracias a su textura más ligera, es uno de los dátiles más recomendados para tomar al natural, para disfrutar de todo su sabor. Se parece mucho a otra variedad de nombre similar: el Hadrawi.

Barhi

Es una de las variedades más complicadas de encontrar en el mercado, fuera de sus zonas de cultivo. El Barhi es un dátil que se toma muy fresco, cuando su carne está en el punto óptimo, antes de que empiece a secarse al sol.
El dátil Barhi es redondo, de piel amarillenta, con una textura firme. Es muy distinto a otras variedades de dátil, y al comerlo su consistencia es mucho más parecida a la de una manzana.

Adiós azúcar, hola alternativa

A todos nos preocupa el consumo de azúcar, y todos sabemos lo dañino que es en nuestra dieta, pero muchas veces nos vemos perdidos cuando tenemos que buscar un sustituto para poder darle un toque dulce a nuestros platos, pasteles o recetas.
Está claro que es mucho mejor usar el azúcar de caña, pero… ¿y si pudiéramos elegir otra manera de endulzar nuestros platos? Vamos allá.

Endulzantes naturales sí, azúcar no.

Hay muchas formas de conseguirlo, y ahora os vamos a enumerar algunas. No se trata de contar calorías, ni buscar el producto light, sino aquel que nos pueda dar el mismo sabor que el azúcar sin tener que recurrir a él.

  1. La miel: su valor nutricional y sus beneficios la convierten en la candidata perfecta para que la uses cómo sustituto del azúcar. Todos sabemos que además es un complemento alimentario y que no deja de enriquecer, con su sabor, infusiones y bebidas.
  2. La estevia: podemos cultivarla en casa, y utilizar un par de hojas para sustituir el azúcar en las infusiones. Tiene un sabor muy peculiar, y a mucha gente le disgusta. Es una opción que nosotros recomendamos en las bebidas infusionadas, pero no lo usaríamos a la hora de realizar un pastel o un postre. Su sabor cambiaría el de toda la receta.
  3. La panela: muchos no saben que la panela se extrae del proceso de evaporación de los jugos de la caña de azúcar. Es más común su consumo en América Latina y así cómo la miel, se le otorgan beneficios naturales tales cómo balsámico y expectorante. Además es una fuente natural de calcio, potasio, magnesio, cobre o hierro, entre otros.
  4. La melaza: también se consigue de la caña del azúcar, y en muchos sitios se le llama miel de caña porqué su color y textura recuerdan a la propia miel de las abejas.
  5. El agave: se extrae de un tipo de cactus, tiene una textura similar a la miel, y es dulce y suave. Se puede utilizar de la misma manera que usamos la miel. La podéis usar para endulzar infusiones, zumos, batidos y en muchas recetas más.
  6. El azúcar de coco: es muy parecido al azúcar de caña, o al azúcar moreno.

Ya hemos visto que estos endulzantes no dejan de ser perfectos para el café, las infusiones, los pasteles y recetas. Pero ahora iremos un paso más allá.

¿Qué podemos utilizar cuando estamos cocinando, y que ya en sí sea un ingrediente en la receta?

Muchas son las alternativas, y los ingredientes, que podemos usar para poder darles el sabor y la dulzura a nuestros platos, aunque a veces no nos damos cuenta de la importancia de cada uno de los ingredientes que comprende un plato. Quizás si pusiéramos más empeño en la elaboración de las recetas, conseguiríamos el mismo resultado, o mejor, con menos.
Dicho esto, vamos a enumerar ingredientes que pueden enriquecer todos nuestros platos:

  • Los higos: el 50% de su contenido es azúcar, y se utilizaban mucho antes que el azúcar se conociera.
  • Las pasas: Se pueden utilizar en cualquier plato y también las podemos cocinar en estofados y demás. Le van a dar a nuestro plato un sabor delicado y peculiar.
  • Otro de los ingredientes que podemos utilizar por su versatilidad es el dátil. Se pueden utilizar para poder hacer recetas dulces y saladas. Los podrás utilizar para endulzar bebidas. Y además, si los dejas en remojo, y los mezclamos con agua en la procesadora, conseguiremos un jarabe que te nos ayudará a endulzar postres crudos. Es decir, puede llegar a ser un endulzante alternativo en tu despensa.Podrás utilizar la nueva Crema de Dátiles con Almendras para poder endulzar el café de la mañana, la leche vegetal matutina de los más peques, o incluso utilizarla para preparar pancakes, pasteles raw o galletas. ¿Quieres más ideas? Pincha aquí.Y es que la pasta de los dátiles, no deja de ser una fuente de azúcares naturales y por lo tanto también debemos recordar que se debe usar con moderación.

Y tú ¿ya cocinas con dátil?

¡Descubre un mundo de posibilidades!

El dátil, fruto de la palmera datilera, es un producto delicioso, un manjar exquisito que algunos reservan únicamente para ocasiones especiales. Estamos acostumbrados a utilizar el dátil, por ejemplo, como acompañante en platos navideños: todos conocemos el típico pincho de dátil con panceta ahumada, o algunas combinaciones con queso. Sin embargo, el dátil es un endulzante natural que nos sirve para preparar infinidad de platos, no sólo dulces, sino también salados.
Presentando la nueva Crema de Dátiles con Almendras Amandín, con bajo contenido de grasas saturadas, queremos proponer algunas ideas que nos sirvan para incorporar, poco a poco, el dátil a nuestra dieta. Sus beneficios son múltiples, y es por eso que no deberíamos reservarlo únicamente para fechas señaladas. El consumo de dátiles es muy recomendado para personas que desgastan mucha energía, debido a su alto contenido en minerales y azúcares.

Hoy cocinamos al dátil

¿No sabes por dónde empezar? Te damos algunas ideas para que cocines con dátiles y disfrutes de toda la dulzura de este manjar.

  • Repostería. El dátil es una gran opción para endulzar nuestros proyectos de repostería. Utiliza la nueva Crema de Dátiles con Almendras como relleno para bizcochos. También podemos optar por trocear el dátil fresco y añadirlo a la masa.
  • Batidos. Un dátil o una cucharada de Crema de Dátiles con Almendras son una muy buena alternativa a una cucharada de azúcar. Cumplen con la función de endulzar y ¡están deliciosos! Añádelos a tus batidos mañaneros o, incluso, en una taza de café ¡verás qué rico!
  • Sirope. La textura de la Crema de Dátiles con Almendras nos permite utilizarla como jarabe o sirope para acompañar otros platos. Podemos emplearla para decorar, pero también como topping para helados o yogures naturales.
  • Aperitivos ¿Hay algo más atractivo que mezclar dulce y salado? Los contrastes pueden ser la chispa que dé vida a un plato. Utilizar la Crema de dátiles con Almendras como dip ¡no tiene desperdicio! Pruébalo con zanahoria o calabacín y disfruta de todo su sabor.
  • Entrenamiento. Si te gusta practicar deporte puedes utilizar éste fruto como fuente de energía. Toma un par de dátiles antes de empezar ¡y ya tienes combustible!
  • Ensaladas. La carne del dátil, separada del hueso y cortada en trocitos pequeños, es un ingrediente más que añadir a una ensalada variada. Además, con la Crema de Dátiles con Almendras puedes preparar una rápida vinagreta con la que aliñarla.
  • Bebidas. Como con el resto de cremas de frutos secos Amandín, puedes disolver la Crema de Dátiles con Almendras en agua.

Como ves, las oportunidades son infinitas. Puedes preparar platos tanto dulces como salados, aprovechando la versatilidad del dátil y de la nueva Crema de Dátiles con Almendras Amandín.

La fibra ¿aún no sabes qué es?

Hay mucha gente que aun no puede responder esta pregunta tan clara. Qué es la fibra, de dónde la podemos obtener, qué beneficios proporciona a nuestro organismo, qué cantidad diaria es la recomendada y qué le sucede a nuestro cuerpo si no tomamos fibra…Hace tiempo os hablábamos de la fibra y sobre qué aporta a nuestro organismo, hoy queremos volver a hablar sobre ella para resolver las dudas que aún quedan sin respuesta, aclarar todos estos conceptos y animaros a seguir una alimentación rica en fibra. Si no sabéis por dónde empezar, nosotros os guiamos.

¿Qué es la fibra?

La fibra alimentaria es un componente vegetal o sustancia que se encuentra en los alimentos de origen vegetal que nuestro intestino delgado es incapaz de digerir o absorber. Desde el punto de vista nutricional, la fibra alimentaria no es un nutriente, ya que no participa directamente en los procesos metabólicos básicos del organismo. No obstante, desempeña funciones fisiológicas muy importantes. La razón por la que el organismo humano no puede procesar la fibra alimentaria se debe a que el aparato digestivo no dispone de las enzimas que pueden hidrolizarla y por lo tanto esta llega intacta al intestino delgado beneficiando nuestro tránsito intestinal.
Forman parte de la fibra dietética convencional componentes estructurales de la pared de las células vegetales: celulosa, hemicelulosa, sustancias pécticas y lignina y no estructurales, como gomas, mucílagos, polisacáridos de algas y celulosa modificada.  La fibra alimentaria se clasifica según su solubilidad, en fibra soluble o insoluble.

  • Soluble: las fibras solubles son altamente fermentables por la flora intestinal y contribuyen a aumentar el bolo fecal. Se encuentran principalmente en las frutas y verduras, especialmente en manzanas, naranjas, zanahorias, brócoli y cebollas. También en el salvado de avena, cebada, nueces, almendras, avellanas, y legumbres.
  • Insoluble: las fibras insolubles disminuyen la viscosidad del bolo alimenticio y el tiempo de tránsito intestinal. Son muy útiles en la prevención del estreñimiento. Están presentes en la parte externa de semillas y granos, salvado de trigo, maíz, cereales integrales, en las cáscaras de las manzanas y peras, en la parte blanca de las frutas cítricas y las legumbres.

Alimentos con un alto contenido en fibra (más de 6g de fibra por 100g de producto)

  • Cereales integrales: pan integral, pasta integral, quinoa, copos de avena.
  • Legumbres: lentejas, garbanzos y alubias.
  • Frutos secos: nueces, avellanas, almendras, pistachos, nuez de macadamia, cacahuete.
  • Frutas: frambuesa, coco, grosella, aguacate, dátiles y membrillo.
  • Verduras: alcachofa.

Ventajas de un consumo de fibra adecuado

  • Mejora el tránsito intestinal.  Ayuda a prevenir el estreñimiento al incrementar el peso de las heces y a reducir la duración del tránsito intestinal. Este efecto es aún mayor si el consumo de fibra se acompaña de un aumento de la ingesta de agua.
  • Disminuye los niveles sanguíneos de colesterol, contribuye en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
  • La fibra soluble puede ralentizar la digestión y la absorción de hidratos de carbono y, por consiguiente, reducir la subida de la glucosa en la sangre que se produce después de comer (postpandrial) y la respuesta insulínica. Esto puede contribuir a que las personas diabéticas tengan un mejor control de la glucemia.
  • Disminución de la densidad energética de la dieta. La fibra aumenta el volumen de la dieta sin añadir calorías, puede tener un efecto saciante y ayudar así a controlar el peso.

Alto contenido en fibra o Fuente de fibra

¿Sabemos qué significa cuando vemos estas declaraciones nutricionales en la etiqueta de un producto?
La Unión Europea, con el fin de garantizar un elevado nivel de protección de los consumidores, ha legislado para que los productos comercializados sean seguros y posean un etiquetado adecuado. De acuerdo con esto, se han establecido los procedimientos de autorización de los distintos tipos de declaraciones que los productos puedan ostentar en su etiquetado mediante el Reglamento (CE) nº1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 2006, y modificaciones posteriores, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos.
Se define como “Declaración Nutricional” a cualquier mensaje o representación, que no sea obligatoria, incluida cualquier forma de representación pictórica, gráfica o simbólica, que afirme, sugiera o dé a entender que un alimento posee propiedades nutricionales benéficas especificas con motivo de:

  • El aporte energético (valor calórico): Ejemplos: “Bajo contenido en azúcar”, “Light“,“0%” y/o de
  • los nutrientes u otras sustancias: Ejemplos: “Enriquecida en calcio”, “Fuente de Vitamina D”, “Sin azúcar”, etc.

En el caso de la fibra, solamente podrá declararse que un alimento es fuente de fibra si el producto contiene como mínimo 3g de fibra por 100g o 1,5g de fibra por 100kcal. La declaración nutricional “Alto contenido en fibra” sólo la podrán llevar en el etiquetado esos productos que tengan un contenido mínimo de 6g de fibra por 100g de producto o 3g de fibra por 100kcal.

Recomendación de consumo

Se recomienda un consumo de aproximadamente unos 14 g de fibra por cada 1.000 Kcal que ingiramos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo de fibra entre 25 y 30 gramos al día para adultos sanos.
 
 
Bibliografía
Anderson JW, et al. Health benefits of dietary fiber. Nutrition Reviews. 2009 Apr; 67(4):188-205.
Manual of Clinical Nutrition Management   
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
European Food Information Council
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura: 
Fundación Española del Corazón        
Base de Datos Española de Composición de los Alimentos
Reglamento (CE) nº1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de 2006
USDA Food Composition Databases

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